Las características y propiedades del gas, son tales que le otorgan gran capacidad de volatilidad y facilidad para filtrarse por espacios por muy pequeños que sean. Esto hace que si existe cualquier fisura en los equipos o alguna fuga de gas en los mismos, pueda causar accidentes incluso fatales.
Debido a esto, en las instalaciones de gas, se prioriza el tema de la seguridad, para garantizar el bienestar de los usuarios.
Avances en la seguridad de las instalaciones de gas.
En los últimos años, en los equipos de funcionamiento a base de gas, las condiciones de seguridad han avanzado notablemente. Esto es resultado de las tecnologías propias de los aparatos en los cuales los fabricantes han mejorado los funcionamientos. También han agregado dispositivos para disminuir riesgos al usuario. A esto se suman las precauciones tomadas por las empresas y técnicos encargados de realizar instalaciones y mantenimientos a estos sistemas.
Para conocer más sobre el funcionamiento de estos sistemas y las nuevas tecnologías, también puedes consultar Casa ecologica.
Esta mejora en la seguridad la confirma el presidente de la Asociación del Sector de Instalaciones y Energía Agremia, José María de la Fuente, basándose en las estadísticas de la ciudad de Madrid, en la que en el 2017 se registraron sólo 5 accidentes frente a 2,2 millones de instalaciones de gas ubicadas en la localidad. Y comparando con el año 2005 en el que se produjeron 112 accidentes, se evidencia el progreso en cuanto a la seguridad en este aspecto.
Una verificación fácil que podemos realizar constantemente es la revisión del color de la llama, la cual debe ser azul. Este color indica una idónea combustión. Además es recomendable revisar frecuentemente las chimeneas y garantizar la correcta ventilación de los ductos. De igual manera la evacuación del humo resultante del proceso de combustión.
Prohibidos los equipos de combustión atmosférica.
En el 2018 se aplicó en España una disposición en la que el Estado prohibió la instalación de Calentadores de combustión atmosférica, ya sea como reposición de equipo o instalación nueva.
Esto busca brindar más seguridad a los ciudadanos ya que los equipos permitidos sólo serán los que desarrollan la combustión en cámaras estancas. Este tipo de equipos aísla la combustión del ambiente en donde se encuentra instalado el equipo, disminuyendo de esta manera en gran medida los riesgos que el gas representa.
Otro aspecto importante a tomar en cuenta, es el mantenimiento y las revisiones periódicas de los sistemas de calentadores y calefacción. Esto otorga la garantía del buen funcionamiento y además permite corregir cualquier anomalía y evitar una tragedia.
Las revisiones tienen una frecuencia establecidas por norma, la cual establece que cada cinco años debe hacerse una inspección de los artefactos, cuyo funcionamiento es a base de gas. Y las calderas de gas, en particular, se deben revisar cada dos años.
Agremia destaca:
«La conciencia del usuario y las revisiones periódicas que fija la normativa han hecho que de las 400.000 inspecciones que se realizaron en aparatos e instalaciones en 2017 en la comunidad de Madrid, el 95% hayan resultado favorables.»
Recomendaciones de seguridad.
Desde el ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital se presentó un conjunto de sugerencias dirigidas a mejorar la seguridad y disminuir los riesgos de los ciudadanos en cuanto a la manipulación de los equipos de las instalaciones de gas.
Las sugerencias se resumen así:
- Toda habitación donde se ubique un artefacto de gas, debe poseer ventilación adecuada, cercana al techo y cercana al piso. Mantener dichas ventilaciones libres de obstrucción en todo momento.
- El color de la llama siempre debe ser de color azul. Esto es indicador de buena combustión.
- Al encender el artefacto, debe encenderse primero la cerilla y posteriormente abrirse el gas, nunca al inverso.
- Proveer a los calentadores y calderas una correcta salida de humos.
- Vigilar el funcionamiento de las llaves al cerrar el paso de gas.
- Cumplir con las revisiones periódicas reglamentarias.
- No usar las instalaciones de gas con fines distintos a los correspondientes.
- No utilizar simultáneamente la caldera de calefacción y la campana de extracción si la primera se encuentra instalada en la cocina.
- Si percibe olores de gas, no haga funcionar ningún equipo eléctrico como luces, timbres u otro. Ventile la habitación abriendo las ventanas y cierre bien las llaves de gas. En caso de persistir el olor, localice ayuda técnica especializada.