¿Calderas de gas o Aerotermia?

Desde el comienzo de la humanidad, una necesidad primordial siempre fue conseguir la protección contra la intemperie, contra el calor y contra el frío. En ese sentido el hombre diseño lo que hoy en día tenemos como vivienda. Y en esa búsqueda incesante de bienestar se han establecido formas para mejorar las condiciones térmicas de la misma.

En Casa ecologica, también encontrarás información sobre alterativas para optimizar el hábitat del hogar.

Para la protección contra el frío, existen diferentes métodos de los cuales resaltaremos dos, de los cuales haremos una comparación, estableciendo los aspectos favorables y desfavorables de cada uno.

Estos métodos a analizar son las bombas de calor aerotérmica y las calderas de gas. Pero primero que todo revisemos como funciona cada sistema.

Aerotermia.

Este sistema se fundamenta en la extracción de la energía del aire del exterior. Con esta energía regula la temperatura de un refrigerante que circula dentro de una batería de ductos lo que permite calentar el interior de la vivienda. También permite extraer energía térmica del interior de la casa para la refrigeración de la misma.

El funcionamiento se realiza apoyado en una bomba de calor, la cual es la que aporta el calor al líquido refrigerante al que se hizo referencia.

Calderas de gas.

Al hacer referencia al sistema de calderas de gas, hablamos de un conjunto basado en la utilización de la energía térmica generada a través de combustión.

El gas es dirigido al sistema y de su combustión se produce el calor que es recibido por un intercambiador de calor. Por este último transita el agua.

Esta es la manera de obtener agua caliente de uso sanitario para los edificios.

Existen los acumuladores de calor que brindan la facilidad de mantener la temperatura y también se encuentran los que aportan el calor al agua en el momento de uso. Estos son denominados instantáneos.

Tipos de calderas de gas.

Entre las calderas de gas, encontramos principalmente tres maneras de clasificarlas:

  • Sistema de combustión utilizado.
  • Forma de instalación.
  • Funcionamiento.

Para analizar la eficiencia, tomaremos como referencia la clasificación de las calderas según su funcionamiento. Esta clasificación se subdivide en tres tipos de calderas:

  • De condensación.
  • Estancas.
  • De bajo NOx.

Las calderas Estancas son las más tradicionales y cuyo rendimiento alcanza aproximadamente el 90 por ciento.

Las calderas de condensación adicionan un ventilador de funcionamiento eléctrico al sistema convencional. Éste condensa el vapor de agua contenido en los gases de combustión. El calor obtenido de dicho vapor lo utiliza para calentar previamente el agua que entrará a la caldera. De esta manera, el cambio de temperatura requerido dentro de la caldera es menor al igual que el gasto de combustible necesario. Con este tipo, se puede obtener entre 10 y 20 por ciento más de rendimiento que en las calderas estancas.

Las calderas de bajo NOx, poseen un rendimiento que, aunque no alcanza igualar a las de condensación, es superior al conseguido por las calderas estancas.

Respeto al medio ambiente.

Cuando revisamos el rendimiento del sistema de aerotermia encontramos que su COP se ubica entre 2 y 6. Esto significa que al utilizar 1 kWh de consumo eléctrico, genera entre 2 y 6 kWh de energía térmica. Como resultado obtenemos hasta un 600 por ciento de rendimiento.

Y el beneficio no termina allí. Si consideramos las fuentes de contaminación, observamos que las bombas de calor no emiten ningún tipo de contaminante ya que no consume combustible alguno. Lo único que debe reponerse es el refrigerante eventualmente.

Al evaluar las calderas de gas, notamos que su principal fuente de energía es el gas natural o butano. Estos gases al ser procesados generan contaminación en forma de dióxido de carbono y otros elementos como el NOx y SO2. Estos gases de diferentes maneras afectan al desequilibrio del ambiente.

Otras consideraciones.

En definitiva, los dos sistemas tienen sus ventajas y desventajas y a la hora de decidir cuál instalar debemos considerar adicionalmente lo siguiente.

El equipo de aerotermia es de mayor rendimiento, amigable con el medio ambiente y a largo plazo los beneficios son superiores. Pero también hay que destacar que los costes iniciales son más elevados.

En el caso de las calderas de gas, como ya se indicó anteriormente, el rendimiento es menor y las emisiones contaminantes son evidentes. Pero positivamente la inversión inicial es inferior a la alternativa y sumado a eso tenemos que añadir que este sistema posee capacidad para alimentar radiadores de alta temperatura.

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